Sin embargo, desde pequeña, la emoción en casa empezaba mucho antes.....con el olor a Roscón que año tras año y con muchísima paciencia ha hecho mi ama.

La receta nunca ha estado fijada, los ingredientes iban variando, bueno, más que los ingredientes las cantidades de éstos, el orden para mezclarlos, el tiempo en el horno, el tiempo que se le dejaba a la masa crecer, unas veces cerca de la chimenea, otras en el frigorífico, unas veces en un molde otras sin.....esto qué quiere decir?, que todos los años entre pruebas y más pruebas nos zampábamos 4 roscones como mínimo....jejeje

Otro de los momentos clave era la limpieza del zapato....aquí he de reconocer que cada vez lo hacíamos con menos interés hasta el punto de sacar el zapato directamente del armario y listo.....ay que vaguetes....

Después de la cabalgata, muchos años por culpa o gracias al viento se nos ha ido la luz y la cena ha tenido que ser alrededor de las velas, qué momentos más bonitos!!

Todos estos recuerdos o lo básico de ellos, los volvemos a vivir cuando hay peques en casa y vemos ese brillo especial en sus ojos al levantarse......

Sin más, os dejo envuelta en el olor a agua de azahar que vuelve a salir del horno, deseando que tengáis un feliz despertar mañana y estando convencida de que los mejores regalos que podemos tener y desear cualquiera de nosotros no se pueden meter en una caja.....

La foto que os pongo hoy es totalmente robada, ni la he hecho yo, ni tampoco el roscón pero si me lo voy a comer, vale??

Feliz Noche de Reyes!!